domingo, 19 de septiembre de 2010

El significado de los bienes de consumo.


Los bienes de consumo son fabricados en la modernidad a medida y semejanza de los consumidores. Tras investigaciones profundas sobre los deseos, motivaciones, y necesidades de los públicos, es que algunas mentes ingeniosas encarrilan la producción industrial de bienes y el desarrollo de servicios. La cultura del capitalismo al verse arrinconada por las críticas, generalmente utiliza esta visión de los hechos para defender su existencia y su inocencia contra las acusaciones de ser culpable por crear necesidades superfluas, para lo que alega adaptarse y otorgar al mercado simplemente lo que éste estaba pidiendo.

Podemos deducir que el análisis de los productos que utilizamos cotidianamente desde un punto de vista histórico cultural puede otorgarnos una imágen nítida de lo que somos como individuos, grupos, o sociedad.

Así, un bien de consumo como unas toallitas húmedas en hipoclorito de sodio, puede ser analizado desde su significancia y no desde su utilidad.

La elipsis en las prácticas diarias de utilización de herramientas, intención de recorte del trabajo casero, en éste caso el hecho de suprimir la acción de humedecer un papel en lavandina para limpiar una superficie suplantándola por la inmediatez de tomar un producto ya elaborado, puede tener que ver con la dinámica capitalista de adherir valor a los productos o con un adoctrinamiento de la sociedad a través de sus productos investidos de sentido.

Adoctrinamiento vigente en la mayoría de los productos que marca una tendencia en la innovación y aplicación de tecnologías dominadas por la producción capitalista. Este encarcelamiento cultural del ser humano por sus productos, puede tener varias aristas.

La reducción del trabajo manual y casero, rompiendo la relación del hombre con la materia prima y los elementos de su entorno, reduciendo los tiempos del independiente quehacer hogareño para sumir al hombre en dependientes actividades de capital importancia.

Definidos por el consumo, tendemos hacia la inmovilidad, sin conciencia de la importancia de nuestras prácticas. Aceptando tanto los productos como sus usos, nos sumimos a la dominación productiva, borrando la naturaleza creativa y animal de los hombres.